El amor no puede ser incondicional
El mito del amor romántico sostiene imaginarios que perpetúan la violencia machista. El amor eterno, el que todo lo puede, todo lo cambia, todo lo aguanta son dispositivos culturales que afectan de manera particular a las mujeres víctimas de violencia machista. La psiquiatra Ivón Ernand ha podido constatarlo como especialista al frente de la Consejería a mujeres víctimas de violencia de género del Centro Oscar Arnulfo Romero (OAR).
Mujeres lesbianas, sexualidad en jaque
Las mujeres lesbianas también sufren de violencia machista. Para Ángela Laksmi, el patriarcado castiga con saña a las lesbianas como mujeres y disidentes sexuales. Explotar su sexualidad en la pornografía, anular y castigar sus vínculos amorosos por la ausencia de un falo son algunas manifestaciones de violencia simbólica que sufre este grupo poblacional.
“Les duele que renuncies a los privilegios que tiene un hombre”
“Ustedes están locos, ustedes piensan que son mujeres y no son mujeres, son hombres, porque nacieron con genitales…”. Esta es una de las primeras frases que reconoce Nomi Ramírez, una mujer trans que asumió su identidad hace más de dos décadas, cuando se le pregunta por las actitudes a las que debe enfrentarse por haber tomado la decisión de vivir como una mujer, como “lo que es”, apunta. La activista y trabajadora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) habla a Semlac de los estereotipos a los que cotidianamente se asocia a las mujeres trans en Cuba y sostienen la violencia hacia ellas.
Violencia también entre jóvenes
Aunque casi siempre se alude a mujeres y niñas como objeto principal del maltrato machista, la violencia por motivos de género afecta también de forma particular a las juventudes, reconocen especialistas en Cuba.
Campaña contra violencia desmonta imaginarios machistas
Es directa, desenfadada y atrae con mensajes y diseños dinámicos a la población juvenil. La nueva campaña cubana por la no violencia contra las mujeres les habla a los hombres jóvenes y les dice sin rodeos que el piropo callejero es acoso y atrasa.
Desmontar la violencia requiere una respuesta social integral
Cuando se le pide diseccionar el concepto de imaginarios sociales que sostienen la violencia de género, la Doctora en Ciencias Sociológicas María Isabel Domínguez García apunta que “son construcciones mentales de significación práctica, legitimadas y compartidas en la sociedad”. De inmediato agrega: “están compuestos por simbolismos que configuran mentalidades resistentes al cambio”.
Las nuevas tecnologías “modernizan” viejos actos de violencia
Los celos y el control, viejas formas de violencia a menudo solapadas tras la naturalización y el mito del amor romántico, toman nuevos rostros en una sociedad global caracterizada por el uso invasivo de la tecnología.
Emergen formas sutiles o encubiertas de control bajo las llamadas “pruebas de amor” que incluyen desde pedir-exigir a la pareja contraseña de Facebook o de cualquier otra red social, hasta eliminar contactos, revisar el celular, controlar el correo electrónico e incluso “solicitar” que compartas tu ubicación a través de Whatsapp u otra cuenta en la red de redes.
Controles cotidianos, ¿impactos imperceptibles?
La violencia machista suele camuflarse en acciones y comportamientos cotidianos de control sobre el cuerpo, los espacios y tiempos de las mujeres. La psicóloga y especialista del Centro Oscar Arnulfo Romero (CEOAR) Yohanka Valdes evita catalogarlos de pequeños controles, por todo el daño que pueden causar y su función en la reproducción de la violencia por motivos de género.
Violencia y género, vitales en la comunicación
No son pocas las brechas cotidianamente asociadas a los medios de comunicación y la reproducción, desde esos espacios, de imaginarios que sostienen la violencia de género.
De esa relación entre los procesos formadores de opinión y constructores de sentidos –que se generan desde la comunicación– y cómo estos refuerzan o desmontan la violencia, habla la periodista e investigadora del Grupo de Estudios sobre Juventudes (GESJ) del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS), Carolina García Salas, quien participó en una investigación comparada de imaginarios juveniles sobre la violencia contra las mujeres en ocho países de Latinoamérica y Caribe (El Salvador, Honduras, Guatemala, Bolivia, Nicaragua, República Dominicana y Cuba, más Colombia), en colaboración con el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) y OXFAM Latinoamérica.
“Se trata de un estudio que articuló a diversos actores sociales dentro y fuera del país, y en nuestro caso fue de singular importancia la colaboración de especialistas del Programa de OXFAM en Cuba y del Centro Oscar Arnulfo Romero (OAR)”, explicó García Salas.
Las mujeres no son las culpables
“A ella le gusta”, “se lo buscó”, “algo habrá hecho” son más que frases y constituyen imaginarios que, tatuados en la cultura popular, naturalizan, justifican y reproducen la violencia por motivos de género. Para la psicóloga Mareelén Díaz Tenorio es muy difícil romper con el ciclo de la violencia, si no se superan estas falsas creencias. La especialista del Centro Oscar Arnulfo Romero (OAR) apuesta por articular políticas integrales que contribuyan a deconstruir los imaginarios que responsabilizan a las mujeres del maltrato machista.