Ciclo Ecopapel: del emprendimiento al proyecto de vida
A Yunairi Estrada Carpio siempre la acompaña una sonrisa cuando habla de reciclar papel. Y es que, para esta emprendedora cubana, más que llevar adelante un negocio, se trata de un proyecto de vida. “Me siento muy estimulada. Tengo mucha libertad de crear y hacer, eso me gusta muchísimo”, afirma a SEMlac la dueña del taller Ciclo Ecopapel.
Ellas ponen vida a la basura
Diana F. Bernaldez Palacios no se avergüenza de ser una recolectora de materia prima. Ella, como otras cubanas, encuentra en la recolección y el reciclaje de desechos sólidos una oportunidad para dar vida a la basura.
Mujeres en el vórtice de los desastres
Las mujeres tienen un papel primordial en escenarios de desastres, donde auxilian a muchísimas personas necesitadas, pero ellas y las adolescentes son, a la vez, las más vulnerables en esas circunstancias.
"En situaciones de emergencia las mujeres deben superar inmensos obstáculos para ocuparse de la salud y la atención de los hijos, los enfermos, los heridos y los ancianos, y cargan con el mayor peso del socorro y la reconstrucción", señaló Jesús Robles, coordinador internacional de programa del Fondo de Población de Naciones Unidas en Cuba (UNFPA), el pasado 24 de julio en La Habana.
El experto intervino, junto a especialistas cubanos, en un conversatorio con motivo del 11 de julio, Día Mundial de Población, que este año detiene la mirada en la población femenina en circunstancias de desastres, bajo el lema: "Sin excusas, cuidar la vida de una mujer es prioridad, en cualquier circunstancia y en todo momento".
Respuesta al cambio climático requiere equidad de género
Las desigualdades de género hacen a las mujeres más vulnerables al cambio climático y los desastres naturales, pero ellas se afianzan como agentes activos en la mitigación de sus efectos, expusieron asistentes al taller "Género y cambio climático. El periodismo y la percepción de riesgo", celebrado del 20 al 23 de mayo en La Habana.
Presentar a las mujeres como "víctimas" de los procesos ambientales contemporáneos simplifica el problema, aseguró la ingeniera agrónoma Dagmara Planas en una de las conferencias del curso, organizado por el Instituto Internacional de Periodismo José Martí (IIPJM) y la agencia de noticias IPS, con la cooperación de la Embajada de Noruega en La Habana.
Acualina, sensibilizar para proteger el entorno
Un personaje a la vez frágil e intenso, una musa protectora del entorno es Acualina. De logotipo de un proyecto comunitario se convirtió en consejera y alerta televisiva para salvar el pedazo de mundo más cercano a cada persona.
Está ataviada a la usanza de las deidades griegas, protectoras de las artes, pero con los colores de la bandera cubana –blanco, azul y rojo--, a sus pies cinco corales y, en sus manos, un ánfora para regar de conciencia al planeta.
Más huracanes, ¿otro lado feo del cambio climático?
Yaremis Orta vive en una pequeña loma, cercana al poblado de San Diego de los Baños, en Pinar del Río, unos 80 kilómetros al oeste de La Habana. Hoy tiene una casa nueva, de tablas de palma. La vieja se la llevaron los vientos de Gustav, uno de los huracanes que hicieron estragos en Cuba, en 2008.
Ante el paso del ciclón, a finales de agosto pasado, Yaremis y sus tres niños fueron evacuados al balneario del poblado, de unos 7.000 habitantes, en la más occidental provincia cubana. Su esposo, Raciel Rodríguez, permaneció cerca de la vivienda, guarecido en la "vara en tierra", una construcción rústica, con techo de ramas de palma, a dos aguas, anclado directamente en el piso.
Cuando llega el mar
Por Sara Más / Foto: Randy Rodríguez Pagués
Si anuncian una posible penetración del mar en la costa norte del litoral habanero, aunque sea leve o moderada, Teresa Muñoz Gutiérrrez no se confía.
Esa mañana, probablemente, ella interrumpirá su rutina habitual y no se irá a las aulas de la Universidad de La Habana, donde imparte clases como profesora de la Cátedra de Sociología, en la Facultad de Filosofía e Historia. Un pensamiento decidirá que se quede en casa, y lo declara en una sola frase: “hoy nos mojamos los pies”.
Así comienza una historia difícil que por horas, días o semanas, según sea la intensidad y nivel del mar, involucra a muchas personas que, como Muñoz, viven en la parte baja de El Vedado o un poco más allá, en el municipio de Centrohabana, justo frente al malecón de la capital cubana, una franja azotada eventualmente por las penetraciones del mar.
Mirar los riesgos con enfoque de género
En la temporada ciclónica, que se extiende de junio a noviembre, Cuba suele ser azotada por tormentas tropicales que pueden convertirse en huracanes. Para salvar vidas se producen diversas acciones de prevención de riesgo; sin embargo, no se piensa en las necesidades particulares de mujeres, niños y personas de la tercera edad.
Ante otros fenómenos naturales como inundaciones costeras o intensas lluvias, las medidas que adopta la Defensa Civil, entre ellas las evacuaciones, no incluyen la perspectiva de género.
Más huracanes, ¿otro lado feo del cambio climático?
Por Raquel Sierra
Yaremis Orta vive en una pequeña loma, cercana al poblado de San Diego de los Baños, en Pinar del Río, unos 80 kilómetros al oeste de La Habana. Hoy tiene una casa nueva, de tablas de palma. La vieja se la llevaron los vientos de Gustav, uno de los huracanes que hicieron estragos en Cuba, en 2008.
Ante el paso del ciclón, a finales de agosto pasado, Yaremis y sus tres niños fueron evacuados al balneario del poblado, de unos 7.000 habitantes, en la más occidental provincia cubana. Su esposo, Raciel Rodríguez, permaneció cerca de la vivienda, guarecido en el "vara en tierra", una construcción rústica, con techo de ramas de palma, a dos aguas, anclado directamente en el piso.
Historias tras huracanes
Por Raquel Sierra
Desde septiembre pasado cambió la vida de Miguelito, un niño de siete años, tímido ante las preguntas y con una sonrisa escasa de dientes, por la edad. A partir de ese momento, ni su escuela es su escuela ni su casa, su casa.
"Desde que pasó el huracán Ike, que tumbó el techo de la escuela, damos clases en otro lugar, media jornada, porque allí hay otros niños. La casa se cayó, pero mi papá construyó una más chiquita hasta que hagan otra más fuerte", dice sin tristeza, porque el espacio donde solo se conserva el piso le sirve hoy de terreno de juegos, sin los peligros de la calle.